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MEMORIAS DEL BOSQUE

 "LUCONYOPE"    

Testimonio de un mundo sin horizontes

Flavia Prato (2015)

¿Qué significa LUCONYOPE? ¿A qué dialecto pertenece? ¿Es un animal, un árbol, una planta, un río o una montaña?¿ Qué es?

Es todo eso y mucho más:

Luconyope es un mundo creado por Luis Gerónimo Prato Cantelli en 1939, cuando firmó una opción de compra-venta al propietario anterior, el empresario farmacéutico japonés Hajime Hoshi, de una porción de los bosques llamados “Bosques del Tulumayo y anexos”, que fueron rematados por el Estado en 1826. Entonces el bosque era un mundo en donde la espesura de los árboles no permitía ver el horizonte, no había límites para lo que se podía lograr, no había límites para los sueños.

Luis Prato Cantelli, caballero afable y aventurero, recorría la selva del Perú en su mayor extensión. Desde Iquitos, se trasladaba por ríos y trochas que abría con machete en mano hasta Madre de Dios. Así, recolectaba caucho y oro que vendía al Banco Central de Reserva.​ Durante su recorrido por la selva del Perú en 1921, llegó a una región de selva montañosa llamada Tingo María, región de la cual quedó fascinado, tanto por su belleza como por la riqueza que avizoró en ella. Riqueza que para muchos era un estorbo, pero para él era un paraíso de posibilidades.

Fue por ello que decidió sentar las bases familiares en ese lugar. En un comienzo, no existían caminos, solo se llegaba atravesando la cordillera a pie, llevando los bultos en mulas y, cuando el río Huallaga lo permitía, se transportaban en canoa río abajo.​ Luis veía el bosque como el tesoro más importante del Perú, razón por la que debía protegerse celosamente. De esta manera, el bosque sería permanente, el pensaba que a cada árbol debía dársele el valor que se merece.

Durante todo este transitar por la selva del Perú Luis nunca estuvo solo, siempre estuvo al lado suyo Consuelo Mathews Guerrero, su esposa y fiel compañera; mujer excepcional, de espontánea naturalidad y dada a correr riesgos sin miedo alguno por esos caminos aún no descubiertos. Ella, al igual que su esposo, vivió con pasión el mismo sueño. Sueño que transmitirían  a su hija Yolanda Prato Mathews (1920), hermosa mujer, fuerte y apasionada por la naturaleza; y a su hijo José (Pepe) Prato Mathews (1924), ser libre y visionario, nacido en la quebrada “Derrepente” ubicada en Huánuco.

En 1949  consiguió cancelar el total del valor acordado y el 30 de mayo de ese año se inscribe la compra-venta en los Registros Públicos. De la misma manera registró los terrenos y bosques comprados con el nombre de "Luconyope". En honor a la familia que siempre estuvo a su lado unió las primeras sílabas de cada nombre en un solo nombre.

Para José "Pepe" Prato Mathews, el bosque siempre fue su hábitat natural: conoció y comprendió su valor, no solo porque ahí había nacido, sino también porque su padre le enseñó a ver su verdadera dimensión, una dimensión que solo se aprecia con el corazón. Fue así que Pepe creció entre la naturaleza del bosque al que amó y del que vislumbró sus innumerables posibilidades, soñó y luchó por ellas.​ Cuando en 1955 falleció su padre, Pepe asumió la responsabilidad de continuar con su legado. Fue por eso que instaló un aserradero, abrió caminos y construyó la casa donde viviría con su familia. Pepe contó siempre con el apoyo incondicional de Consuelo y Yolanda.

Durante los años 80, la realidad y coyuntura del entorno pudieron más que los sueños y entrar en Luconyope, que está ubicado en la zona que pasó a ser conocida como el temible "Alto Huallaga" se volvió una pesadilla. Más aún después de la muerte de Pepe en 1984, entonces todas las posibilidades de desarrollo de Luconyope se paralizaron en el tiempo.

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